Hemos podido ver atónitos un vídeo facilitado por la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Almería, en el que se ve a dos jóvenes encapuchados prenderle fuego a unos contenedores de basura intencionadamente, con saña, con alevosía y premeditación. Pero ninguno de los que ahí aparecen han sido detenidos, y se suma así este caso al centenar largo de los que arden a lo largo del año. Una pasta.
En las recientemente reformadas calles del centro se han instalado jardineras y puesto en ellas arboles de pequeño porte. Los gamberros los arrancan todas las semanas (entre la noche del jueves y sábado), desde que los pusieron, y no para llevárselos sino para esparcir en la calle la tierra del macetero y romper las plantas en medio de la calle. Habrán repuesto más de 50 árboles. Obsérvenlo cuando pasen.
Un país que invierte en educación, que pone más recursos públicos para mejorar el conocimiento y calidad de vida de su gente, nunca tendrá crisis. Pero como esta apuesta en Educación, en España, no la amortizan los partidos políticos mayoritarios (no interesa invertir en un niño de 6 años, porque no votará hasta los 18 años), quien puede mejorar nuestro sistema educativo no lo hace con la intensidad que a los andalucistas nos gustaría. Y estas competencias sobrepasan a los entes locales.
Pero como no se trata de teorizar sobre estas cuestiones, lo que sí queremos hacer los andalucistas como organización política, es proponer soluciones a este problema de vandalismo que azota la capital almeriense.
Y la solución no es, desde luego, retirar las esculturas si son dañadas por incívicos elementos, como ha pasado con la de John Lennon; eso supone ceder terreno a los gamberros, hacerles ver que se están adueñando de la ciudad. Y castigarnos a todos los almerienses y turistas, almacenando en algún sórdido almacén, un elemento de nuestro patrimonio que queremos que este en la calle. La solución debería venir de otro lugar.
Lo que sí se puede hacer desde el Ayuntamiento de Almería es hacer campañas de sensibilización social, ya que nadie destruye lo propio, aquello que siente como suyo, por lo que debería trabajarse esta cuestión a fondo. Para ello sería válido tanto campañas publicitarias enfocadas a este tema (no esas tan de propagandísticas para las que sí tiene dinero este ayuntamiento y que emiten todas las radios) como en acciones directas en los colegios, con los escolares, tanto en Infantil como en Primeria o Secundaria.
Y en esta responsabilidad con nuestro entorno, otras instituciones pueden echar una mano. Resulta incomprensible que el Instituto Andaluz de la Juventud en Almería destine su dinero a proyectos de utilidad más que discutible, y no establezca igualmente campañas destinadas a sensibilizar a los jóvenes sobre estos valores que nos permitirían vivir en una ciudad más habitable.
Pero la ciudad como ente administrado, es responsabilidad directa de la corporación municipal, y por lo tanto, después de haber puesto todo el empeño en la labor de concienciación y compromiso por y con nuestra ciudad, establezcamos medidas que permitan atemorizar la realización de actos vandálicos, sancionar económicamente a los responsables de dichos actos y además que como contraprestación a esas actitudes vandálicas se realicen trabajos sociales a la comunidad (plantación de árboles, colaboración con cruz roja, ayuda en comedores sociales, etc…), y si para ello hay que cambiar las ordenanzas municipales, pues se cambian.